Hábitat: Monteverde arbóreo, Laurisilva termófila, Brezal-fayal, Pinar húmedo, Lavas históricas y recientes

Distribución: En todas las islas

Descripción: Es un arbusto alto o árbol de follaje siempreverde con hojas aciculares de hasta 8 mm de largo y pequeñas flores campaniformes de color blanquecino-rosáceo.

Matorral arbustivo con alturas inferiores a los 2 metros. Cuando se desarrolla en el fayal-brezal suele adquirir una altura entre 6 y 8 metros con un tronco inclinado y ramificado. Dentro de la laurisilva, en condiciones óptimas, el brezo adquiere un porte que oscila entre los 10, 15 y en ocasiones puede llegar hasta 20 metros, con un tronco grueso, casi erecto y una copa extendida.

Flores agrupadas en grandes inflorescencias terminales, en forma de pequeñas campanitas de 2 a 5 mm. de color blanco a un rosa muy suave; cada flor tiene 4 sépalos libres y cortos. Las flores del brezo en su conjunto son bastante vistosas, además desprenden un aroma muy agradable.

Información médica: Tiene propiedades antisépticas (evita la infección o putrefacción), diurética y para el tratamiento de las vías urinarias. Las ramas, flores y los pequeños cogollos se utilizan en infusión para aliviar los problemas de orina, riñón, los nervios y el reumatismo. Preparando emplastos con las hojas se alivia las picaduras de los insectos. También tiene propiedades que contribuyen a disminuir el colesterol en la sangre.

Además, la dura madera del brezo se ha utilizado para la elaboración de carbón, para la obtención de horquetas (levantar la viña), para la fabricación de cachimbas para tabaco, aperos de labranza, vasijas de ordeño, forraje y cama para el ganado. La madera de esta especie tiene buenas cualidades para ser utilizada en ebanistería.

El elemento más característico para su identificación son las hojas y sus flores en forma de pequeñas campanillas de color blanco a rosa que las diferencia del tejo, cuyas flores son precisamente de color teja (rojizo) y hojas más patentes.

Fotografías: David Chong Pérez